El cuerpo, encontrado en el sótano de un hospital, desde hace dos años, podría ser el de la líder izquierdista asesinada en 1919 por la extrema derecha, a quien se supuso arrojada a un río, luego encontrada y enterrada en el cementerio de Friedrichsfelde
Prensa web YVKE, Agencias
Viernes, 29 de Mayo de 2009.
Rosa Luxemburgo. (Foto: Archivo)
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Un cadáver sin identificar encontrado en el sótano de un hospital de Berlín podría ser el de la revolucionaria asesinada Rosa Luxemburgo, según las autoridades alemanas. El cadáver está decapitado y presenta "semejanzas asombrosas" con el de la líder izquierdista, según ha declarado a Der Spiegel un patólogo del hospital Charite, de Berlín, en una información recogida por la cadena británica BBC.
Rosa Luxemburgo fue asesinada por paramilitares de extrema derecha en 1919, cuando tenía 47 años, y fue arrojada a un canal helado. Meses después se halló un cadáver en el río, se supuso que era el de la política y se le dio sepultura. La tumba, en el cementerio de Friedrichsfelde, se conviertió desde entonces en un lugar de peregrinación para comunistas, feministas y activistas de izquierda. Sin embargo, Michael Tsokos, el jefe de departamento del Instituto de Medicina Legal y Ciencia Forense del hospital berlinés, discrepa.
Ha asegurado a Der Spiegel que duda de la identidad del cadáver enterrado allí. Sugiere que se dieron muchas inconsistencias en el examen post mortem acometido por sus predecesores en el hospital, lo que le ha hecho poner en cuestión sus conclusiones. Tales inconsistencias incluyen el hecho de que los patólogos no mencionan el defecto de las caderas y la diferente longitud de las piernas de la fallecida, lo que le hizo cojear toda su vida. El cadáver, además, no presentaba los golpes de culata que se sabe que Luxemburgo recibió en el cráneo ni del tiro en la cabeza que se supone que le provocó la muerte.
Tiroteada y arrojada al río
Por el contrario, el cuerpo con el que Tsokos se encontró hace dos años mostraba signos claros de ahogamiento, según Der Spiegel. Exámenes posteriores determinaron que el cadáver era el de una mujer de entre 40 y 50 años, que había padecido osteoartritis y cuyas piernas eran de diferentes longitudes. Las extremidades que faltan se pueden explicar por pruebas secundarias como la de que se ataron pesos a las manos y los pies de Luxemburgo antes de ser arrojada al canal, según Tsokos. El agua, al congelarse, habría separado los miembros del cuerpo.
El experto ha señalado que durante años se rumoreó que el cadáver de Luxemburgo se hallaba en el hospital. En cuanto lo encontró, Tsokos se dedicó a buscar muestras de ADN para cotejarlas con el cuerpo; por lo que buscó muestras de sus ropas. "Un sombrero estaría bien", señaló, "ya que podría contener trazas de cabello". En cualquier caso, los restos del cuerpo enterrado en Berlín no sea pueden analizar. El cementerio fue desacralizado durante el Tercer Reich y los restos fueron trasladados.
Murat Fakir, portavoz de la Fundación Rosa Luxemburgo, espera que los restos se identifiquen cuanto antes pero insiste en que, sea cual sea el resultado, no afectará al legado de la líder izquierdista: "Está considerada en el mundo entero como una revolucionaria de pensamiento avanzado -millones de visitantes acuden a su tumba cada año- y ella siempre lo será, sin importar dónde descansa su cuerpo".
Andreína Gutiérrez
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